Las acciones que realizan las empresas farmacéuticas multinacionales son
las de proteger sus patentes y sus precios en el mercado internacional.
En primer lugar, está el hecho de proteger la patente de la medicina que
trata al VIH sida, que como norma se debe de cumplir por estar escrito en las
obligaciones de la Organización Mundial de Comercio. Sin embargo, al proteger
la patente de una píldora e impedir la formulación de nuevas fórmulas químicas
para el mismo producto médico o no producir en mayores cantidades la medicina,
trae como consecuencia una alta demanda del producto en países
subdesarrollados, donde el nivel de personas enfermas con VIH es mayor. Si se
permitiera que otras empresas farmacéuticas produjeran medicamentos para estos
países en desarrollo, que tienen un nivel de enfermedades y de pobreza
sumamente altos, se daría más oportunidades a estas personas que necesitan la
opción de recibir ayuda en temas de salud, ya que la salud es un principio
básico y un derecho humano que toda persona debe exigir. Pues, cumplir con las
normas internacionales de comercio esta bien y practicar piratería es castigo,
pero pedir permiso a la Organización Mundial de Comercio y a la Organización
Mundial de Salud para poder producir medicamento genérico para países
subdesarrollados donde sus habitantes realmente lo necesitan y negarle la
petición a estos países pobres argumentándolo con normas sobre patentes que
solo dan beneficio a los monopolios o a las empresas multimillonarias, no es
ético.
En segundo lugar, está el afán, de las empresas farmacéuticas, de mantener
los precios altos de los productos para beneficios propios. Si bien las
empresas establecen sus precios a consecuencia de sus costos, también hay que
considerar que los precios se deben establecer midiendo la capacidad del
consumidor. Las empresas farmacéuticas, como monopolio, tienen como estrategia
mantener altos beneficios con bajas ventas, esto quiere decir que sus precios
sean sumamente altos, de manera que los países en desarrollo como Sudáfrica no
pueden pagar toda la medicina para todos sus habitantes que se encuentran en
mal estado de salud o con VIH sida. En el mundo del comercio internacional,
existen principios de no discriminación, esto quiere decir que si un país
recibe un trato especial con algún producto, los demás países también deben
recibir el mismo trato. En el caso de Sudáfrica, si se le ofrece medicina a un
precio muy bajo, se estaría incumpliendo el principio de no discriminación que
establece la Organización Mundial de Comercio. Sin embargo, si se cumple con
las normativas y/ó obligaciones de la OMC; entonces, países subdesarrollados
que no se encuentran en la facultad de adquirir productos de medicina al precio
común de comercialización, que se dan entre países desarrollados, se quedaran
sin la posibilidad de adquirir medicina, ya que sus precios son altos y no se
permite la medicina genérica. En este segundo caso, las empresas siguen
protegiendo sus beneficios manteniendo sus precios altos, argumentándose de
principios y normas; sin embargo, no miden las posibilidades o las capacidades
de adquisición de otros, es por ello que llega a ser un acto no ético.
Publicado: Luis Perrigo
Publicado: Luis Perrigo
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